Una doble simbología tienen esos colores que lucen hoy esos 2 sectores: por una lado, nada más popular (de pueblo) que los colores de Peñarol, y por otro el hecho de que quienes se ensuciaron las manos durante el sábado 5 de febrero de 2011 para pintar esos colores, fueron nada más ni nada menos que un grupo de alrededor de 30 hinchas de Peñarol que anónimamente pusieron su esfuerzo para colaborar con el club, una vez más.
Sería una injusticia nombrar a todos, porque probablemente nos olvidemos de alguno, así que desde aquí va públicamente el agradecimiento (ellos saben quienes son).
No hay comentarios:
Publicar un comentario